Renové mi salón con 100 euros
Cuando el salón pide auxilio (y la cuenta dice que no)
Ese momento en el que miras tu salón y piensas: «Esto necesita una intervención urgente». Pero luego miras la cuenta bancaria y ella te responde con un susurro: «Hoy no, cariño». Renovar con presupuesto reducido suena a magia negra, pero te prometo que con cómo renové mi salón con 100 euros, un poco de creatividad y bastante ingenio, puedes darle la vuelta a tu salón sin invocar a Marie Kondo ni hipotecar el futuro de tus nietos.
Aquí te cuento cómo renové mi salón con 100 euros. Spoiler: hay pintura, hay muebles reciclados y hasta cojines nuevos que no costaron un ojo de la cara (ni del alma).
Paso 1 – Definir prioridades sin llorar por lo que no puedes cambiar
Hacer un diagnóstico sincero
Antes de gastar un solo euro, toca enfrentarse al salón tal como está. ¿Qué está roto? ¿Qué está feo? ¿Qué puede mejorar con solo moverlo de sitio? Haz una lista. Sé honesto, pero compasivo, como cuando hablas con tu ex.
Elegir batallas
Con 100 euros no puedes tirar paredes ni comprar sofá nuevo. Pero sí puedes pintar, decorar, iluminar y transformar sin gastar más que un finde de tapas.
Paso 2 – El poder del color: pintura, sprays y toques mágicos
Pintar una pared de acento
Elegí una pared (la más triste, la que pedía ayuda) y la pinté de azul petróleo. Con un bote pequeño de pintura y una brocha, cambié el ánimo del salón. Total: 14 €.
Renovar marcos y objetos con spray
Esos portarretratos feúcos y ese jarrón de “regalo-compromiso” pasaron por una sesión de spray dorado. Quedaron tan bien que ahora parecen de revista (o casi). Total: 9 €.
DIY con pintura en muebles
¿Una mesita auxiliar vieja? Un poco de lija y chalk paint. Ahora parece vintage y no basura elegante. Coste del milagro: 11 €.
Paso 3 – Textiles: cojines, mantas y el arte de disimular lo viejo
Cojines nuevos, salón nuevo
Fui al outlet más cercano y encontré fundas de cojín por 3 € cada una. Compré 4. De repente, el sofá pasó de parecer agotado a parecer interesante. Total: 12 €.
Manta con estilo (y con doble uso)
Una manta de algodón barata (8 €) le dio calidez al espacio… y tapa esa mancha sospechosa que ni el detergente quiere enfrentar.
Cortinas reubicadas
Intercambié las cortinas del dormitorio con las del salón. Cero euros. Nivel de satisfacción: máximo. A veces, solo cambiar lo de sitio es suficiente.
Paso 4 – Iluminación: menos quirófano, más café parisino
Bombillas cálidas
Cambiar las bombillas frías por luz cálida fue como darle un abrazo al salón. 3 bombillas LED: 6 €.
Lámpara de segunda mano
Encontré una lámpara de pie en una app de segunda mano por 10 €. Funciona, no da calambres y parece moderna. Qué más se puede pedir.
Guirnaldas de luces
Una guirnalda LED de 5 € sobre la estantería cambió el rollo: de aburrido a “instagrameable”. Puedes encontrar opciones muy baratas en sitios como IKEA España.
Paso 5 – Decoración con alma (y con cosas que ya tenías)
Libros como objetos decorativos
Elegí los libros con portadas más bonitas y los apilé en la mesita. Resultado: chic sin gastar.
Plantas… o algo parecido
No daba para costear una jungla urbana, pero sí para una planta pequeña de interior (7 €). También recicé macetas y puse ramitas secas como si fuera arte.
Arte casero
Imprimí frases bonitas en papel reciclado y las enmarqué. También hice un collage con fotos antiguas. Costo: 0 € + una tarde de nostalgia.
Presupuesto total y desglose
Artículo | Coste (€) |
---|---|
Pintura pared | 14 |
Spray dorado | 9 |
Chalk paint para mueble | 11 |
Fundas de cojín (4) | 12 |
Manta | 8 |
Bombillas cálidas (3) | 6 |
Lámpara segunda mano | 10 |
Guirnalda LED | 5 |
Planta | 7 |
Total | 82 € |
¿Y el resto? Guardado por si se rompe algo en el proceso o para un café con croissant de celebración.
Consejos finales para renovar con poco (y no perder la cabeza)
- Compra con lista y objetivo. No vayas a la tienda a “ver qué hay”.
- Aprovecha lo que ya tienes. A veces mover cosas de habitación cambia toda la energía.
- Menos es más. No hace falta llenar cada estante. El vacío también decora.
- Apps de segunda mano y mercadillos. Tesoros ocultos por pocos euros.
- Hazlo con amor. Suena cursi, pero se nota.
Sí se puede (y no hace falta ser diseñador ni millonario)
Cómo renové mi salón con 100 euros no solo es posible, es terapéutico. Descubres tu estilo, te reconcilias con tu espacio y aprendes a valorar lo que tienes. Porque no necesitas un presupuesto de película para tener un hogar de cine. Solo ganas, un poco de ingenio y muchas ganas de transformar lo cotidiano en algo extraordinario.
Y si después de tanto mover muebles, pintar y renovar, te das cuenta de que tu espalda necesita un descanso, no olvides que evitar los dolores por malas posturas es clave. ¡Recuerda que el confort también es parte de la renovación!